El investigador
privado Milton Rodríguez quien fue contratado por la familia materna de
Lorenzo, sin lugar a dudas en este momento está en una situación muy difícil en
términos legales que va desde incumplimiento de contrato hasta perjurio. El Sr. Rodríguez fue convenido allá para el
año 2010 por un período aproximado de un mes para investigar cuales habían sido
las causas de la muerte de este niño. De toda esta situación surge el libro
titulado “Caso Lorenzo: Desde mi punto
de vista” el cual fue finalmente publicado también en el 2010. También existe
evidencia que otros dos libros han sido escritos después de éste.
En lo personal,
tuve la oportunidad de compartir con Milton un par de clases que tomamos hace
algunos años en la Universidad del Turabo en Caguas. Me pareció una persona muy dedicada y como
prácticamente todos en la clase, con una gran pasión por lo que hacemos. Ahora,
¿profesionalmente fue correcto el escribir estos libros describiendo los
eventos que habían transcurrido durante el asesinato? No quiero entrar en el
aspecto legal, el cual está sumamente complejo, pero si en el aspecto de ética
que es tan fundamental para todo profesional. La ética está vinculada a la
moral respecto a una acción o una decisión. Ética proviene del griego “ethikos”
que significa “carácter”. Y el carácter a su vez aquellos componentes que
distinguen nuestro modo de ser y comportarnos como individuos o grupos. El
carácter ha tratado de ser definido a lo largo de todos estos años pero una de
los conceptos más acertados es el definido por Santos (2004), "el carácter
es el sello que nos identifica y diferencia de nuestros semejantes, producto
del aprendizaje social."
En el caso específico
de Milton Rodríguez perdió su licencia como detective privado a consecuencia de
la querella presentada por la madre de Lorenzo, por supuestamente haber violado
el acuerdo de confidencialidad que había suscrito al ser contratado para
investigar el asesinato. La pregunta es, ¿qué otras cosas aparte de la licencia
Milton perdió a consecuencia de haber escrito y publicado los sucesos del
asesinato? En mi opinión, perdió mucho más que eso. Perdió la credibilidad y el
tan fundamental sentido ético. Esta sin lugar a dudas es una de esas decisiones
que dejan una cicatriz muy profunda. Decisiones que son prácticamente irreversibles.
Dentro de éste mundo tan cambiante y cada vez más difícil de posicionarse profesionalmente;
decisiones como éstas marcan el éxito o el fracaso.
Para terminar,
me gustaría reflexionar un poco acerca de nuestra integridad. Cuando se nos
presentan oportunidades a diario en nuestras vidas, tendremos la capacidad y el
discernimiento para elegirlas o simplemente rechazarlas porque no van a tono
con nuestros valores y con lo que nosotros creemos como correcto. La ética más
que nunca, debe de ser hoy día más que un concepto. Ser-Deber-Ser tiene que ser una norma imperante en las
transacciones que se realizan. Aún desde las más cotidianas hasta las más
fundamentalista. Contrario a lo que decía Maquiavelo (el cual no se ha probado
que lo haya dicho), el fin no debe de ninguna manera justificar los hechos.
Por: Caroline Soto, MBA
Gerencia de Recursos Humanos
Santos, J.
(2004) La Ruta: un mapa para construir futuros. El Salvador: Editorial de la
Universidad de El Salvador, 26,30,134.